as instituciones de educación superior no generan mercancías, sino conocimiento e investigación científica, por lo que es urgente cambiar la idea de que los egresados de universidades privadas son mejores profesionistas que los de instituciones públicas.
Así lo apuntó el director general de Evaluación Institucional de la UNAM, Imanol Ordorika, tras subrayar que es un mito que las empresas prefieren a profesionistas de escuelas particulares, porque no existen datos duros que avalen esta creencia.
Durante la presentación del estudio comparativo de las universidades mexicanas, el doctor en políticas educativas puntualizó que no hay una base de datos duros que comprueben que los profesionistas de escuelas particulares tengan más oportunidades de empleo que los de instituciones públicas, entre ellas la UNAM, el Politécnico y la UAM.
“Hay muchos mitos sobre la educación superior y el empleo, que no han sido sustentados y que son de difícil estudio”, señaló Ordorika.
“No sabemos si la mayoría de los ingenieros, de los arquitectos, abogados o médicos provengan fundamentalmente del sector privado y es un área que debe ser estudiada”, apuntó.
En el caso de la medicina, por poner un ejemplo, las evidencias actuales muestran que la gran mayoría de las cédulas profesionales que se emiten para los médicos cirujanos provienen de universidades públicas.
El investigador reveló que por cada diez investigaciones generadas en universidades públicas del país, se produce una en una institución de educación superior privada, lo cual demuestra que la actual política del gobierno federal de apoyar a la iniciativa privada en materia de investigación es un error.
Ordorika Sacristán aseveró que prueba de ello son los registros de 2008 de la UNAM, el IPN y la UAM; pues en la primera se generaron dos mil 696 investigaciones; en el Politécnico fueron 517, y en la tercera se concluyeron 488 proyectos académicos, lo que equivale a más del 50 por ciento de la investigación que se genera en el país.
En cambio, el Tecnológico de Monterrey realizó 230 investigaciones durante ese mismo año y la Universidad Iberoamericana apenas efectuó 46.
Sin embargo, “llevamos varios años en los que el gobierno.
ha dado incentivos fiscales, ha dado financiamiento a no sólo universidades privadas, sino a empresas privadas, ahora el Conacyt paga una parte del SNI de las universidades privadas”, lamentó.
El estudio, ahondó Ordorika, muestra que las políticas de proporcionar mayores recursos al sector privado “no produce resultados”, lo cual debilita al sector que sí tiene capacidad de producción científica; por lo que es necesario modificar la “política errónea que se ha seguido por varios años”.
fuente: EXCELSIOR 2010
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