martes, 24 de marzo de 2009
Arq. Santiago Cirugeda
SANTIAGO CIRUGEDA ARQUITECTO
«Los arquitectos se sienten superiores a todo, incluso a los artistas»
«Busco inquietar, no el espectáculo», asegura Cirugeda, que hoy imparte una conferencia en Aula de
sur
«Los arquitectos se sienten superiores a todo, incluso a los artistas»
Cirugeda apuesta por una arquitectura con fines sociales. / SUR
LA CONFERENCIA
Título: 'Otra arquitectura'.
Ponente: El arquitecto Santiago Cirugeda, presentado por el también arquitecto y profesor Juan Gavilanes.
Lugar: Espacio Diario SUR (Plaza de las Flores, s/n).
Fecha: Hoy, 24 de marzo.
Hora: 20.00 horas.
Entrada: Libre.
No es un arquitecto convencional, de chaqueta y corbata. «Soy de camiseta», afirma. Ayer mismo compró un camión-grúa con el que, asegura, puede «hacer muchas cosas»: desde desmontar edificios obsoletos para reutilizar sus materiales, hasta crear un estudio portátil. El sevillano Santiago Cirugeda tiene un concepto sobre la finalidad de la construcción muy diferente al de su gremio, y por eso usa cubas de obra para crear espacios infantiles en los barrios sin zonas verdes y aprovecha las azoteas para levantar una vivienda con pocos recursos a cambio de un pago a la comunidad. Y cualquiera lo puede hacer: lo explica todo en www.recetasurbanas.net. De ello hablará hoy en el Aula de Cultura de SUR, en la conferencia 'Otra arquitectura'.
No es un arquitecto convencional, de chaqueta y corbata...
No, soy de camiseta. No soy el prototipo de arquitecto que trabaje en grandes obras.
¿Qué le mueve a hacer lo que hace?
Una inquietud que empezó hace años, me incomoda cómo sucede todo el proceso urbano, cómo se construye, cómo se hacen las políticas de vivienda.
¿Está convencido de que otra arquitectura es posible?
Está más que demostrado, porque no se trata sólo de consumir territorios, construir ladrillo, no sólo es ganar dinero con eso, sino reutilizar los materiales, los lugares, los vacíos urbanos que hay, los edificios que se pararon y no sirven de nada... y usar otra fuerza que no es la económica, sino la social, la participación, la autogestión. Y todo eso existe.
La ciudad ideal
¿Cómo sería su ciudad ideal?
Aquella en la que no sólo vas al centro, donde hay un edificio singular, sino que todos los barrios tienen su propio encanto, funcionan y no están degradados. La ciudad ideal no es la que tiene un Guggenheim o cinco museos, sino aquella en la que no hay una desestructuración de ningún barrio.
Algunas de sus obras están al borde de la legalidad, ¿le han supuesto muchos problemas?
Las faltas que yo he podido cometer son administrativas por urbanismo, no cometo delitos ni produzco un daño objetivo a nadie, sino que hago un uso de la ordenanza de una manera más abierta. Te pueden multar o acabar en comisaría, como me ha pasado, pero nada más. Cometo ilegalidades administrativas pero con un fin didáctico, el de enseñar que esa mirada distinta puede mejorar una ley.
¿No sería la vida más fácil siendo un arquitecto convencional?
Dicen que la gente lúcida son los más infelices. Agentes privados y públicos me han ofrecido dinero por reproducir lo que hacía hace diez años con las cubas y no lo he aceptado porque rompe con mi idea de visualizar los procesos que cualquiera, con un interés social, podría hacer. Quizá dentro de unos años estoy cansado y podría tirar por ahí, pero a día de hoy no.
De momento, quiere seguir al margen del sistema...
Yo no quiero ir contra el sistema, yo quiero que el sistema sea mejor.
¿Entiende a los 'okupas'?
Hay muchos tipos de 'okupas'. En Málaga hay un centro ocupado, La Casa Invisible, con una actividad cultural y social que no tiene la administración, que crea una vía independiente que es importante en la ciudad. Esos 'okupas' pro-positivos que generan una cultura y que lo gestionan con respeto me encantan. Hay otros que ocupan viviendas y unos las arreglan y otros no, pero los medios han visualizado que los 'okupas' van destrozando la propiedad privada y hay muchos que han mejorado entornos domésticos. Estoy de acuerdo con la ocupación que hace que un sitio vacío y muerto cobre vida cultural.
De alquiler
¿Se ha construido ya su casa?
No, en casa del herrero... te dedicas al resto de cosas menos a la tuya. Yo vivo de alquiler.
¿Lo suyo es arte o arquitectura?
Casi todo lo que hago es en un marco de interés social y no tanto artístico. Pero es muy recurrente dentro del sistema y de los mismos arquitectos intentar que aquello que te sorprenda o esté fuera de los patrones sea arte. Es una descalificación por parte de la profesión, porque en el fondo construimos lugares que se habitan y tienen luz, pero al gremio profesional no le gusta. Muchos me descalifican, los arquitectos se sienten superiores a todo, incluso a los artistas. Los más jóvenes tienen una mirada más amplia, pero los que llevan años en el poder me tachan de activista o artista, pero no de arquitecto.
¿Qué haría si le ofrecieran hacer un edificio como el Guggenheim?
A día de hoy no lo haría. En todas las épocas deben aparecer arquitecturas singulares, pero no a costa de que el resto de la ciudad no sea intervenida.
¿Se considera un provocador?
Busco inquietar a aquellos que manejan la ley, el mercado... y si eso es provocar pensamiento y reflexión, soy un provocador. Si se refiere a buscar espectáculo, no.
FUENTE:SUR.ES 2009
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